Hoy abro este blog para narrar las experiencias como mama y familia a partir del diagnostico de TGD de mi hijo menor Luciano.Esta es nuestra historia de lucha diaria pero por sobre todo nuestra bellisima historia de afecto,apego y amor que nos une a Luchi.
domingo, 28 de septiembre de 2014
Estereotipias
El termino estereotipias se refiere a conductas repetitivas con un modelo fijo sin objetivo aparente. Siempre debe cumplir tres características: 1) El modelo o patrón conductual que se produce siempre es morfológicamente idéntico. (son siempre iguales), 2) Se repiten constantemente de la misma forma y 3) La actividad conductual producida no va dirigida a ningún objetivo.
Las estereotipias se producen en toda la escala animal, peces, aves y mamíferos. Se han descrito estereotipias en los animales de granja, animales de compañía y en animales de zoológico y en plena libertad.
Sambraus distingue entre conductas estereotipadas normales y estereotipias, y las clasifica de la siguiente forma:
Las conductas estereotipadas normales, según Sambraus, se asemejan a ciertas conductas estereotipadas que se producen en ciertos primates humanos y no humanos. Por ejemplo, en humanos, los movimientos de vaivén de las piernas, el hacer sonar los dedos sobre la mesa, rechinar los dientes, etc.
Las conductas estereotipadas normales, según Sambraus, se asemejan a ciertas conductas estereotipadas que se producen en ciertos primates humanos y no humanos. Por ejemplo, en humanos, los movimientos de vaivén de las piernas, el hacer sonar los dedos sobre la mesa, rechinar los dientes, etc.
Estas conductas estereotipadas, es decir, no patológicas y que no corresponden a una disfunción del subsistema neuronal del sistema nervioso de una determinada especie, pueden producirse por diferentes causas: Por mimetismo, aislamiento social, cuando el movimiento se halla restringido, Cuando no hay estímulos en el entorno, en nuevos entornos o en espacios reducidos, Cuando se produce una frustración, conflicto o aburrimiento, y cuando se produce una excitación y alegría y otras.
Cuando las conductas estereotipadas se prolongan en el tiempo y adquieren el carácter de patológicas, se denominan estereotipias y son consecuencia de una disfunción grave del sistema somatosensorial; por esto se expresan durante el proceso del desarrollo, es decir, cuando están madurando los circuitos de conexión somatosensorial.
ESTEREOTIPIAS DEL DESARROLLO
Las estereotipias son uno de los rasgos conductuales definitorios de los trastornos generalizados del desarrollo y, por tanto, de los trastornos del espectro autista
Las estereotipias exhibidas en los trastornos generalizados del desarrollo son consecuencia de un trastorno importante en el proceso maduración o ontogénesis cerebral.
En el proceso de maduración cerebral intervienen tres niveles de conducta, esenciales para la instauración de la cognición cerebral : nivel reactivo, nivel propositito y nivel comunicativo.
Nivel reactivo : Es la paleoconducta, propiedad esencial del ser vivo. Constituye la forma más primitiva del comportamiento, incluso en las especies evolucionadas como primates y Homo sapiens. Es la conducta de la motilidad (tono y reflejos).
Nivel propositivo: Es un comportamiento más complejo, utiliza patrones motrices genéticos, capaces de mejorar con el aprendizaje. Su base es el somatograma, que informa al organismo de las relaciones físicas tempoespaciales con el ambiente, integración necesaria para cualquier forma de actividad.
Nivel comunicativo: Es la última etapa madurativa a través de la empatía y actividad expresiva, principalmente fónica, ‘segundo sistema de señales pavloviano’. En el niño permite informar de lo que siente y de lo que piensa.
¿Por qué ocurren las estereotipias?
Cuando se produce una interrupción o la no adquisición de la conducta propositiva se desencadena la desintegración se produce un fracaso de la maduración cognitiva y aparece una conducta de actividad patológica,denominada estereotipia.
La actividad patológica (estereotipia) es signo de alarma en los trastornos generalizados del desarrollo y, en especial, los trastornos del espectro autista y sirve de sospecha para el diagnóstico precoz.
En el autismo, por un fallo en estos circuitos se producirá el fracaso de estos mecanismos, por este motivo no hay comunicación a los ojos, no existe lectura de caras ni se organiza la empatía.
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTEREOTIPIAS
Siguiendo nuestra propuesta de clasificación de los trastornos generalizados del desarrollo hemos catalogado las estereotipias características de estos trastornos. Hemos subdividido las estereotipias en específicas y no específicas. Las primeras son patognomónicas y características del síndrome o trastorno al cual pertenecen. Las segundas pueden observarse en trastornos del desarrollo no especificados sin que sean definitorias de un síndrome o trastorno.
Perteneciendo a las estereotipias específicas se hallan ubicadas el ‘lavado de manos’, característico del síndrome de Rett; el ‘aleteo de manos’, descrito en el síndrome de Angelman y el síndrome X frágil; y el ‘mirarse la mano’, típico de los trastornos del espectro autista.
Así mismo, los trastornos del espectro autista se dividen en primarios, criptogenéticos y secundarios. Los primarios incluyen el continuo de gradación de la sintomatología autista, desde el autismo infantil precoz grave hasta la forma más leve de autismo. Las formas primarias manifiestan estereotipias particulares como andar de puntillas, balancear la cabeza, mecerse, girar sobre sí mismo, correr continuamente el mismo espacio, aleteo de manos, apretarse las manos, retorcerse los dedos…
El autismo criptogenético se caracteriza por una regresión del desarrollo tras un proceso de maduración normal sin conocer la causa y gran hiperactividad asociado a conductas repetitivas de moverse de un sitio a otro, así como realizar una y otra vez un mismo recorrido y de tocar continuamente los objetos que se tienen al alcance.
El autismo secundario aparece a consecuencia o va asociado a otra patología o síndrome de origen conocido. La primera forma de autismo secundaria descrita es la demencia o síndrome de Heller, conocido como síndrome desintegrativo de la infancia o síndrome regresivo. Su estereotipia más típica es mirarse la mano, denominada por Lamote de Grignon como ‘tic de Vergós’.
Las estereotipias se producen en toda la escala animal, peces, aves y mamíferos. Se han descrito estereotipias en los animales de granja, animales de compañía y en animales de zoológico y en plena libertad.
Sambraus distingue entre conductas estereotipadas normales y estereotipias, y las clasifica de la siguiente forma:
Las conductas estereotipadas normales, según Sambraus, se asemejan a ciertas conductas estereotipadas que se producen en ciertos primates humanos y no humanos. Por ejemplo, en humanos, los movimientos de vaivén de las piernas, el hacer sonar los dedos sobre la mesa, rechinar los dientes, etc.
Las conductas estereotipadas normales, según Sambraus, se asemejan a ciertas conductas estereotipadas que se producen en ciertos primates humanos y no humanos. Por ejemplo, en humanos, los movimientos de vaivén de las piernas, el hacer sonar los dedos sobre la mesa, rechinar los dientes, etc.
Estas conductas estereotipadas, es decir, no patológicas y que no corresponden a una disfunción del subsistema neuronal del sistema nervioso de una determinada especie, pueden producirse por diferentes causas: Por mimetismo, aislamiento social, cuando el movimiento se halla restringido, Cuando no hay estímulos en el entorno, en nuevos entornos o en espacios reducidos, Cuando se produce una frustración, conflicto o aburrimiento, y cuando se produce una excitación y alegría y otras.
Cuando las conductas estereotipadas se prolongan en el tiempo y adquieren el carácter de patológicas, se denominan estereotipias y son consecuencia de una disfunción grave del sistema somatosensorial; por esto se expresan durante el proceso del desarrollo, es decir, cuando están madurando los circuitos de conexión somatosensorial.
ESTEREOTIPIAS DEL DESARROLLO
Las estereotipias son uno de los rasgos conductuales definitorios de los trastornos generalizados del desarrollo y, por tanto, de los trastornos del espectro autista
Las estereotipias exhibidas en los trastornos generalizados del desarrollo son consecuencia de un trastorno importante en el proceso maduración o ontogénesis cerebral.
En el proceso de maduración cerebral intervienen tres niveles de conducta, esenciales para la instauración de la cognición cerebral : nivel reactivo, nivel propositito y nivel comunicativo.
Nivel reactivo : Es la paleoconducta, propiedad esencial del ser vivo. Constituye la forma más primitiva del comportamiento, incluso en las especies evolucionadas como primates y Homo sapiens. Es la conducta de la motilidad (tono y reflejos).
Nivel propositivo: Es un comportamiento más complejo, utiliza patrones motrices genéticos, capaces de mejorar con el aprendizaje. Su base es el somatograma, que informa al organismo de las relaciones físicas tempoespaciales con el ambiente, integración necesaria para cualquier forma de actividad.
Nivel comunicativo: Es la última etapa madurativa a través de la empatía y actividad expresiva, principalmente fónica, ‘segundo sistema de señales pavloviano’. En el niño permite informar de lo que siente y de lo que piensa.
¿Por qué ocurren las estereotipias?
Cuando se produce una interrupción o la no adquisición de la conducta propositiva se desencadena la desintegración se produce un fracaso de la maduración cognitiva y aparece una conducta de actividad patológica,denominada estereotipia.
La actividad patológica (estereotipia) es signo de alarma en los trastornos generalizados del desarrollo y, en especial, los trastornos del espectro autista y sirve de sospecha para el diagnóstico precoz.
En el autismo, por un fallo en estos circuitos se producirá el fracaso de estos mecanismos, por este motivo no hay comunicación a los ojos, no existe lectura de caras ni se organiza la empatía.
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTEREOTIPIAS
Siguiendo nuestra propuesta de clasificación de los trastornos generalizados del desarrollo hemos catalogado las estereotipias características de estos trastornos. Hemos subdividido las estereotipias en específicas y no específicas. Las primeras son patognomónicas y características del síndrome o trastorno al cual pertenecen. Las segundas pueden observarse en trastornos del desarrollo no especificados sin que sean definitorias de un síndrome o trastorno.
Perteneciendo a las estereotipias específicas se hallan ubicadas el ‘lavado de manos’, característico del síndrome de Rett; el ‘aleteo de manos’, descrito en el síndrome de Angelman y el síndrome X frágil; y el ‘mirarse la mano’, típico de los trastornos del espectro autista.
Así mismo, los trastornos del espectro autista se dividen en primarios, criptogenéticos y secundarios. Los primarios incluyen el continuo de gradación de la sintomatología autista, desde el autismo infantil precoz grave hasta la forma más leve de autismo. Las formas primarias manifiestan estereotipias particulares como andar de puntillas, balancear la cabeza, mecerse, girar sobre sí mismo, correr continuamente el mismo espacio, aleteo de manos, apretarse las manos, retorcerse los dedos…
El autismo criptogenético se caracteriza por una regresión del desarrollo tras un proceso de maduración normal sin conocer la causa y gran hiperactividad asociado a conductas repetitivas de moverse de un sitio a otro, así como realizar una y otra vez un mismo recorrido y de tocar continuamente los objetos que se tienen al alcance.
El autismo secundario aparece a consecuencia o va asociado a otra patología o síndrome de origen conocido. La primera forma de autismo secundaria descrita es la demencia o síndrome de Heller, conocido como síndrome desintegrativo de la infancia o síndrome regresivo. Su estereotipia más típica es mirarse la mano, denominada por Lamote de Grignon como ‘tic de Vergós’.
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